Hurry Up Tomorrow: La tibia despedida de The Weeknd

Ya está en cines Hurry Up Tomorrow, la nueva incursión actoral de Abel Tesfaye, más conocido como The Weeknd, y aunque teníamos las expectativas sumamente altas porque somos fanáticos del artista, terminamos algo confundidos y decepcionados.
Basada directamente en el último álbum de The Weeknd del mismo nombre, Hurry Up Tomorrow sumerge a la audiencia en lo más profundo de la mente creativa del artista, exponiendo los miedos, inseguridades y anhelos de este de una forma muy abstracta y visualmente deslumbrante, todo acompañado de un elenco de renombre y un soundtrack lleno de éxitos de The Weeknd.
Sin embargo, ni la impecable dirección de Trey Edward Shults ni el oscuro y fascinante arte conceptual de The Weeknd podían rescatar a esta película de tener un ritmo insufriblemente lento, unas actuaciones vergonzosas, y una falta de sustancia notable.
CONTIENE SPOILERS

La cinta nos introduce a The Weeknd como un personaje dentro de una realidad alternativa, en donde se nos expone de inmediato a una figura masculina frágil que, a pesar de todo el éxito y la fama, se siente perdido y miserable por dentro.
Barry Keoghan interpreta a Lee, amigo y manager de The Weeknd, quien funciona como la representación física del ego y los vicios que corrompen a Abel. Ambos se sumergen en una odisea de excesos durante la primera media hora de la película, en donde solo se nos expone a un Abel frustrado con su vida amorosa y su incapacidad de lidiar con la fama, la cual se percibe casi como un tormento para él.
Una parte esencial de la trama está inspirada en algo que le pasó a The Weeknd en uno de sus conciertos en Los Ángeles, en donde perdió su voz después de interpretar un par de canciones, haciéndole cancelar el concierto. En la pantalla grande este hecho se interpreta como uno de los miedos de Abel: perder aquello que lo hace especial sobre los demás, y sobre todo, perder a sus seguidores como se perdió a sí mismo.

En medio de esto aparece el personaje de Jenna Ortega, Anima, una chica perturbada que después de quemar su casa huye para asistir a un concierto de The Weeknd, en el cual ambos hacen contacto visual como si esto fuera un fanfic de One Direction en Wattpad. En medio del caos que la pérdida de voz causa, Abel y Anima se arrancan juntos del estadio para ir en búsqueda de la conexión que tanto anhelan ambos.
El personaje de Jenna Ortega representa las ansias de Abel por volver a sus orígenes, por volver a conectar con el mundo real y el deseo de redimirse por todo el dolor que a otros ha causado. Abel en cierta forma anhela contacto, pero es incapaz de entregarse, y como su música lo relata, anhela que alguien lo saque de su miseria, que le ayude a despertar.
Hasta aquí la película puede sonar interesante, ¿pero el final? La secuencia más tensa de la película, cuando Anima secuestra a Abel y lo ata a la cama, se convierte en una tortura no para él, sino para la audiencia. Nos exponen a 30 minutos de una actuación incómoda por parte de Jenna Ortega, donde canta y baila canciones de The Weeknd para él mismo, y le expone la serie de éxitos que estas han supuesto para él, a la vez que lo analiza psicológicamente a través de las canciones.
Después de todas las secuencias pesadillezcas de Abel, tenemos un enfrentamiento entre Anima y Lee, lo cual es básicamente la representación de los conflictos internos de Abel y póstumamente todo termina en llamas, lo que significa un renacimiento de la figura de Abel Tesfaye.

Tratamos de analizar esta película en profundidad para lograr sacarle algo de sentido a la experiencia cinematográfica, ya que por sí sola no funciona para nada. La cinta carece de ritmo, es sumamente lenta y anticlimática. Las secuencias son interesantes de observar, pero no transmiten nada. El conflicto interno de The Weeknd solo se entiende si tienes alguna idea del lore del artista y lo que ha expresado anteriormente a través de su música.
A pesar de que muchos argumentan que una película debería funcionar para todas las audiencias, The Weeknd claramente hizo este proyecto para sus fans, y es fundamental saberlo para no ir a ver esta película sin contexto alguno. Incluso Anima, que es quien ayuda a Abel a recapacitar, se caracteriza por ser una fan acérrima de él, ¡hasta adivina la contraseña del celular de The Weeknd porque el muy listo puso su cumpleaños como clave! ¿Quién iba a notar ese guiño? Esta fan escribiendo nada más.
Claramente, Hurry Up Tomorrow es una carta de aprecio a la fanaticada de The Weeknd, por ayudarle a surgir y permitirle escribir esta nueva historia.
Lamentablemente, The Weeknd pudo haberse despedido de una forma más apta, como con un álbum visual como lo fue After Hours y su historia de excesos y cambios contada a través de icónicos videos musicales como Heartless o Save Your Tears. En conclusión, los invitamos a ver Hurry Up Tomorrow solo si son lo suficientemente fans para embarcarse en esta película sumamente conceptual que se cocina a fuego demasiado lento.
Es un sólido 5/10.
Dirección: Trey Edward Shults Año: 2025 País: Estados Unidos Duración: 1 hora y 45 minutos | Elenco: Abel Tesfaye, Jenna Ortega y Barry Keoghan |